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84 ÁREA DE SEGURIDAD
Por eso, mientras esta función se mantenga la
escritura tendrá los mismos rasgos
identificadores con independencia del órgano
que la ejecute.
La influencia del factor educacional es
importante, ya que mediante el aprendizaje se
incorporan destrezas gráficas sin las cuales no
sería posible realizar el hecho escritural. No
obstante, debemos pensar que ese aprendizaje
no modela totalmente las grafías del sujeto. El
estudio evolutivo de la escritura de una persona
demuestra que en ella se producen cambios
con el transcurso del tiempo.
En un principio, el niño intenta imitar un modelo
caligráfico propuesto. Paulatinamente, ese
modelo es transformado o modificado de
acuerdo con su “modo” peculiar. Factores
como la madurez sicomotriz, la tonalidad
muscular, la esfera emotiva, su modo de
relación, su desarrollo intelectual, etc., influirán grado de desviación del modelo aprendido; en
y conformarán su gesto gráfico.
Con un mínimo de atención podremos distinguir
la escritura deteriorada y desorganizada de un
enfermo o de una persona anciana. La
escritura siempre expresa algo de su autor. De
lo contrario, estaríamos frente a escrituras
automáticas monótonas, estereotipadas, que
más son producto de máquinas que de seres
que piensan, sienten y se relacionan.
El cerebro es el inspirador y rector de cuanto
sucede en la persona. El influye en nuestras
esferas; intelectiva, volitiva, sensorial, afectiva, enlace, accesorios, etc.
motriz, etc., y lo hace de forma peculiar,
diferenciadora; no hay dos personalidades
iguales porque no hay dos cerebros iguales.
En el terreno gráfico acontece otro tanto. Si
aceptamos el origen cerebral de la escritura, y
la influencia en ella de los factores biológicos
de la persona, hemos de concluir que la
escritura es individual, personal y, por tanto,
con pleno valor discriminador e identificador.
ELEMENTOS GRÁFICOS
Las letras, las palabras y los grafísmos en
general están compuestos por una serie de
elementos cuyo conocimiento y análisis son
fundamentales para realizar un correcto peritaje
sobre manuscritos. La técnica que se ocupa de
sistematizar e instrumentalizar esta materia es
la grafonomía.
Estos elementos han sido clasificados y
denominados por diversos autores (Serrano,
Val Latierro, Augusto Vels). Ante tal diversidad
creemos necesario hacer una sistematización y
unificación terminológica.
La clasificación que proponemos es fruto de
nuestra experiencia en el análisis de
manuscritos y está basada en su valor
identificador y en su grado de frecuencia en los
escritos examinados.
No obstante, conviene recordar que el valor de
estos elementos está relacionado con su
permanencia en la obra gráfica de la misma
persona y con su peculiaridad, es decir, su
definitiva, su originalidad.
Pasamos a describir los elementos de las
letras: una letra está compuesta por distintos
grammas, entendiendo por tales los trazos
esenciales que la conforman. Así la “o” tendrá
un gramma, la “m” tres, la “a” dos, etc.
Además de los grammas o trazos
fundamentales, existen rasgos, formados por
aquellos movimientos gráficos que, sin ser
esenciales, acompañan a las letras. Entre ellos
podemos distinguir: rasgos iniciales, finales, de
Los plenos son movimientos trazados de arriba
abajo y, normalmente, tienen una mayor
presión. Se observan mejor en las letras como:
“l”, “t”, “b”, y “d”.
Los perfiles son trazos ascendentes y se
caracterizan por su menor presión y grosor con
respecto a los gruesos, son perceptibles en las
letras citadas.
Jambas o pies. Constituyen la prolongación
inferior de las letras como: “p”, “g”, “q”, “j”.
Comprenden el espacio entre la base de la
zona central y el extremo inferior del trazado.