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ÁREA DE SEGURIDAD 85
Hampas o crestas. Son las prolongaciones
superiores de las letras “b”, “l”, “d”, “t”. Su
desarrollo va de la zona superior del cuerpo
central al extremo superior del trazado.
Zona o cuerpo central, espacio ocupado por las
letras que no sobresalen ni por arriba ni por
abajo. El módulo que se suele utilizar es la
letra “a” y la letra “m”.
Otros elementos:
El punto de ataque constituye el modo de
comenzar a escribir, el primer movimiento
gráfico. Su estudio reviste singular importancia
debido a su carácter automático y a la dificultad
tanto de imitación como de omisión.
La variedad de formas es muy grande a título
de ejemplo citaremos las siguientes: en arpón,
en gancho, abrupto, acerado, en botón,
indeciso, etc.
El punto final o escape está configurado por la
manera de terminar las letras y grafismos
(números, rúbricas, etc.) puede ser: apoyado,
prolongado, inhibido, ascendente,
descendente, en arpón, en gancho, acerado,
en maza, etc.
Los signos de puntuación y barras de
determinadas letras. El estudio de tamaño,
situación, forma y regularidad nos permitirá fijar
los hábitos gráficos del escritor y diferenciar su Estas mediciones nos darán: letras inclinadas a
escritura.
La forma de la caja caligráfica o caja de
escritura. Este perfil se obtiene uniendo las
partes inferiores de las letras hasta formar una
línea más o menos quebrada. Lo mismo se
realiza con la zona superior. Hay que advertir
que sólo se considerará la zona media de las
letras, no se tendrán en cuenta crestas y pies.
La forma de esta caja se suele mantener en las
mismas palabras escritas por la misma
persona. De tal manera que la tendencia a
subir o bajar determinadas letras en
determinadas palabras constituirá un hábito
escritural de su autor.
El grado de apertura de los óvalos y lugar de
inicio y final de su trazado. Las tendencias
sinistrógica y dextrógica al trazar los óvalos, a
dejarlos abiertos o a cerrarlos, su contorno
forman parte de una serie de automatismos
gráficos difíciles de omitir voluntariamente y de
imitar en casos de falsificación. Por ello su
estudio es imprescindible a la hora de valorar la
autenticidad o la autoría de textos o firmas
manuscritas.
La distribución de gruesos y perfiles. Hay
personas que tienen la costumbre de presionar
fuertemente los trazos descendentes. Otras,
por el contrario, no distinguen los que
ascienden de los que descienden, su presión
es uniforme. El comparar estas tendencias
involuntarias nos aportará datos interesantes
sobe la autoría de los manuscritos.
La angulosidad. En este apartado se
determinan: la intensidad de los ángulos, las
curvas en la escritura y su localización. En
estudios que así lo requieran se pueden medir
la abertura de los ángulos mediante
semicírculos graduados. Estos resultados nos
permitirán confeccionar los índices angulares
de la escritura examinada.
Según este elemento, las grafías pueden ser
angulosas, curvas, de ángulo de base, de
ángulo superior, semiangulosas, etc.
La inclinación de los ejes de las grafías. La
inclinación viene expresada por el ángulo
formado por la limitante verbal y el eje de la
letra. Entendemos por limitante verbal la línea
que une las bases de las zonas centrales de
las letras.
la derecha, letras verticales, letras inclinadas a
la izquierda, letras de inclinación variable.
En el informe pericial expresaremos los grados
de inclinación obtenidos.
La dirección. Entendemos por tal la que tienen
los renglones y las palabras del escrito con
relación a la línea de pauta.
Entendemos por línea de pauta la horizontal
teórica o real (papel pautado) que orienta la
dirección de un escrito.