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CSIF SANIDAD CIENTÍFICA
N. 13 – Junio 2018
la administración de oxígeno, en condiciones
normobáricas o hiperbáricas según el caso,
que desplaza el monóxido de carbono.
Dado que el oxígeno en condiciones
normobáricas no produce efectos secundarios,
se debe administrar ante cualquier sospecha
de diagnóstico de ICO, sin esperar la
analítica.
Si el paciente requiere intubación y
ventilación mecánica, la FIO2 es de 1 y, en
caso contrario, se debe administrar en
mascarilla a la máxima concentración posible
con un reservorio de alto flujo [6].
El tratamiento con oxígeno no se debe
interrumpir hasta que el paciente este
asintomático y el valor de COHb sea inferior
al 10%. En enfermos con angina, se debe
aplicar oxígeno al 100% hasta que el valor
de COHb sea inferior al 2% o el paciente no
tenga dolor [2].
Casos de intoxicaciones por monóxido de
carbono y población de riesgo en la
Comunidad de Extremadura, España
En el invierno del año 2014-2015 han
sucedido varias muertes en Extremadura por
intoxicación de monóxido de carbono,
concretamente, dos fallecidos en Zalamea de
la Serena y otra persona en Valdelacasa del
Tajo, además de otras tres personas que
resultaron heridas de diversa consideración al
inhalar CO procedente de un brasero de
picón en Moraleja [7].
El pasado diciembre del año 2014 resultaban
intoxicados en la calle Tenerías de Cáceres,
tres personas de distintas edades, una mujer
de 38 años, un hombre de 85 y una mujer de
62 [8].
En otro pueblo, Moraleja, en esa misma
época, tres heridos por inhalar monóxido de
carbono de un brasero de picón, los
afectados fueron un hombre de 35 años, una
niña de 9 y un niño de 2 años [9].
Durante alguno de estos incidentes resultaron
heridos un bombero y fallecieron dos mujeres,
en otro, cuatro miembros de una misma
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familia quedaron atrapados teniendo que ser
atendidos por inhalación de humos [10].
Si realizamos una búsqueda minuciosa en
internet, la cantidad de sucesos relacionados
con las intoxicaciones por este gas concreto,
es bastante alta, y el número de personas
afectadas considerable. Pero no se puede
afirmar que exista una relación entre las
intoxicaciones y las personas mayores, puesto
que el margen de edad que existe en este tipo
de sucesos va desde los recién nacidos hasta
personas mayores de 90 años. Por eso en
este estudio se describe en de toda la
población en general.
El papel de enfermería
El papel o la labor de enfermería en este tipo
de situaciones seria fundamentalmente en la
prevención primaria puesto que en la
asistencia se limitaría a contrarrestar los
síntomas con los tratamientos ya descritos con
anterioridad.
Esta labor se desarrollaría sobre todo en los
centros de salud de atención primaria a través
de la información a sus pacientes de las
consecuencias del uso de este tipo de fuentes
de calor.
La prevención de la intoxicación por
monóxido de carbono debe ser
multidireccional. Debe informarse a la
población en general a través de campañas
institucionales y en los medios de
comunicación, acerca del riesgo que supone
una mala combustión del gas de las estufas,
calefacciones, calentadores domésticos y de
los braseros de picón y las chimeneas de
leña, sobre todo en espacios pequeños y mal
ventilados.
A través de los centros de atención primaria
concienciar a las personas mayores que
deben tener mucho cuidado con los braseros
de picón y las estufas de leña, que deben
ventilar bien la estancia en donde se
encuentren y usar chimeneas cerradas que
evitan la salida de humos hacia el interior.
El papel que desempeña enfermería en este
tipo de información es fundamental, a través